Lo que tenía preparado para hoy no tiene nada que ver con esto, pero me parecía necesario posponerlo para subir esta reflexión.
Cada cierto tiempo aparece en los medios un caso de violación que se viraliza entre todos los que ocurren. Hay casos que, por sus características, por la violencia con la que se producen o por el hartazgo tras muchos casos acumulados, toman este rumbo y saltan a todos los medios de comunicación forma masiva. Y siempre me hago las mismas preguntas: ¿Comparto noticias sobre lo que ha ocurrido? ¿Necesitamos más visibilidad para que se haga caso a las demandas que hacemos las mujeres con respecto a nuestra seguridad a la hora de poder vivir libremente? ¿O simplemente voy a generar más miedo y malestar a mis compañeras?
Lo cierto es que sigo sin tener la respuesta a estas preguntas. Creo que es necesario visibilizar TODOS y cada uno de los casos de violaciones, agresiones y abusos sexuales, acoso y seguir educando a los hombres para evitar que haya que proteger a las mujeres. Pero ¿Hasta qué punto visibilizar estos casos nos afecta emocionalmente a nosotras?
Me veo en la obligación de señalar a todos aquellos medios de comunicación que se recrean en los detalles de cada caso, esto puede ser dolorosos para la gente cercana a la agredida, y además generan en las mujeres que leemos dichas noticias una repulsa y un malestar innecesario. Bastante tenemos con sufrir la violencia como para que encima nos den detalles de cómo se ha ejercido, en lugar de poner el foco en los agresores.
Y me voy a centrar en esto último.
LA CULPA DE LAS VIOLACIONES NO ES DE LAS VIOLADAS, SINO DE LOS VIOLADORES.
A ver si poniéndolo en mayúsculas se entiende mejor.
Vamos a empezar a poner el foco en los agresores cuando demos las noticias, y no en las víctimas, que bastante pasan ya como para que encima se cuestione su palabra, su vivencia y su dolor.
Necesitamos educación con perspectiva de género. Necesitamos educación en respeto. Necesitamos reeducación de la sociedad. Y necesitamos que los hombres que están deconstruyéndose reeduquen también a sus amigotes.
Es un hecho palpable que tenemos un problema de base, y que el cuestionamiento al que el feminismo se está viendo sometido no nos ayuda en absoluto. Pero también considero que este cuestionamiento se está produciendo por que las mujeres cada vez somos más conscientes del lugar de inferioridad que el patriarcado nos asigna en la sociedad, de la necesidad de cambiar esto y del poder que tenemos cuando nos unimos para luchar por lo que es justo, la equidad. El movimiento feminista cada vez tiene más fuerza y eso asusta.
Como conclusión, si es que se le puede poner un broche a este batiburrillo de sentimientos que he plasmado como he podido, no sé si es necesario o no compartir en redes todos los casos de agresiones y violaciones. No necesitamos detalles para entender que lo que ocurre cada día es muy grave, y que mañana puede ser cualquiera de nosotras la siguiente que protagonice un titular jugoso lleno de cuestionamientos y barbaridades. Lo que necesitamos son cambios efectivos que pongan las problemáticas en el foco y que ahonden en el por qué y en cómo reeducar al conjunto de la sociedad.
Y por supuesto, no juzguemos a las amigas y compañeras que no comparten más noticias dolorosas, porque a veces, también necesitamos un poquito de distancia para no vernos superadas por una realidad que, a todos los efectos, da mucho asco.
Comments